lunes, 30 de abril de 2007

Etapa 3 - Tineo - Peñaseita

A las cuñadas de María José les vino grande el camino y prácticamente abandonaron. Julián salió el primero, muy temprano, y no le vimos hasta llegar al albergue. Domingo, Ángel, María José y yo salimos a andar, la mañana estaba lluviosa como de costumbre y el paisaje era alucinante. Con la tormenta de los días anteriores caía agua en pequeñas cascadas por el lateral de la verde montaña que bordeábamos mientras el viento movía las nubes y cambiaba la visión. Allí fue donde descubrí que mis botas estaban rajándose por arriba, que el gore tex no funcionaba y calaban, y que, tras más de mil kilómetros, habían tocado fin, las jubilaría al llegar a Santiago.





Fui hablando con María José hasta Borres, donde ella quedó esperando a sus cuñadas, es una mujer muy viva y muy alegre, que ha querido, como mi madre conmigo, dar a sus hijos estudios y todas las opciones que pudiese. Fue una lástima que tuviera que quedarse allí.




Con un paisaje muy bonito llegamos a Pola de Allande, para después subir hasta Peñaseita donde estaba el albergue, a dos kilómetros, el cuál sólo tenía cerca un bar. El albergue era muy sencillo, y como sólo hacían bocadillos en el bar, tuvimos que bajar a cenar a Pola de Allande, lo cuál fue un tremendo acierto porque cenamos en el hotel la Nueva Allandesa, donde nos ofrecieron un menú de 19€ al precio de 12€ por ser peregrinos, y el trato del dueño fue espectacular. Primero, el menú estaba delicioso, aunque el vino no era nada del otro mundo, nos pusieron un pote asturiano gigante de chorizo, morcilla, tocino, patatas y berzas, abundante y muy rico, después un pastel de verdura con salsa de tomate y para terminar repollo relleno de ternera. De postre tarta casera y café incluido en el menú. El dueño vino cada poco a atendernos y contarnos alguna historia, incluso se ofreció a darnos alojamiento gratis, y cuando terminamos de cenar nos subió al albergue en su coche. Le estaremos siempre agradecidos por su genial trato.

1 comentario:

Unknown dijo...

Las fotos son una pasada. Qué paisajes, chico.